lunes, 16 de enero de 2017

Tarea curso UCI para profesores virtuales


Intro: este es un caso de estudio en un curso virtual para profesores de UCI 



La Educación a Distancia y la Facilitación en Entornos Virtuales



Grupo Resiliencia Global


 ¿Cómo puedo hacer uso del chat en el aula virtual?







Integrantes:

Mónica González

Eddy Ramírez

Cristian Soto

Ramiro Fonseca

William Ernest











Enero 2016




1.     Acerca del Uso Chat en EVEA

El chat es una herramienta de comunicación sincrónica en entornos virtuales. Se basa en el lenguaje escrito, aunque puede incorporar imágenes y sonido dependiendo del software utilizado. Puede ser utilizado en los EVEA como canal de comunicación para la interacción social entre los miembros de la comunidad de aprendizaje, en las actividades de trabajo colaborativo o como refuerzo, permitiendo la discusión y exposición de temas.  Permite acortar y agilizar los procesos de consulta y resolución de dudas. También es un canal abierto para las críticas y los reconocimientos.

Entre los requisitos para ser utilizado de forma óptima en entornos de aprendizaje, podemos mencionar que el facilitador debe velar por implementar los siguientes:  



1.     Definir su objetivo o fin.

2.     Seleccionar el software más adecuado para el fin propuesto.

3.     Elaborar y poner a disposición del estudiante un instructivo para su uso.

4.     Poner a disposición del estudiante esta herramienta a través de una adecuada comunicación.

Como recomendación general, en caso de utilizar el chat para la comunicación informal entre alumnos, el profesor no debe realizar ninguna tarea adicional.



2.     Estudio del Caso: Análisis y Propuesta de Mejora de la estrategia en el uso de chat



Se enumeran, a nivel de listado y no necesariamente por su importancia, algunas consideraciones que surgen del análisis del caso:



2.1 No pensó bien el objetivo que perseguía la actividad. Por las preguntas planteadas parece que promovía un debate, pero, si este era el caso, probablemente un foro de discusión hubiera sido una herramienta más apropiada.



2.2 La profesora, comprendió en forma errónea la aplicación de esta herramienta. En su rol de tutor su labor debe dirigirse a reforzar los vínculos sociales con y entre los estudiantes, a responder las consultas y resolver dudas, a orientar a los estudiantes y a valorar en forma inmediata sus trabajos.  



2.3 Pobre comunicación. Si bien la facilitadora compartió en la clase presencial “las indicaciones” para el día de la conexión, no queda claro que estas incluyeran y aseguraran que el fin de la actividad era evaluar los conocimientos de los estudiantes a través de preguntas grupales e individuales. Por otra parte, este fin no se cumplía adecuadamente, pues hay otras herramientas y actividades de evaluación - como cuestionarios, trabajos individuales y grupales- que pueden cumplir mejor esa función evaluadora.



2.4 Inadecuada forma de dirigirse a los estudiantes. Se considera que el vocabulario de la profesora y forma en que se dirige a los estudiantes no es adecuado, lo que parece evidenciar su carencia de destrezas comunicativas.  Como se estudió en el curso, además de un buen material de estudio y de utilizar buenos recursos, un EVEA adecuado necesita “una acción docente bien diseñada y realizada”. Por esto es recomendable que se promueva la participación de un modo más distendido, teniendo en cuenta que los estudiantes provienen de diferentes regiones y culturas, con sus consiguientes condicionamientos de hábitos y costumbres (paradigmas).



2.5 La comunicación no fue democrática y estuvo centrada en la profesora.



2.6 Falta de claridad. La estrategia de la profesora falló porque no puso reglas claras y porque puso todas las preguntas de una sola vez, con lo que los estudiantes respondían lo que querían en el momento que querían.



2.7 Diseño y planificación. La profesora debió haber enviado con antelación, y repetido al inicio de la actividad, lo que los alumnos debían ir respondiendo uno a uno, de forma ordenada.  Hubiera sido más conveniente que la profesora esperara que todos los estudiantes respondieran para proponer una nueva pregunta, tras haber comentado y dado realimentación de la pregunta anterior.



2.8 Previsión. La facilitadora debió prever que algunos estudiantes pudieran ingresar tarde. Con esto en mente debió incluir pautas sobre participación, espera de realimentación e indicación del tema a tratar antes de participar (evitando con esto que el chat se volviera confuso, desordenado y poco productivo.



2.9  Consideración sobre la cantidad de alumnos en la actividad. Debió tomar en cuenta la cantidad de estudiantes que iban a interactuar dentro del chat pues, entre más hayan, más difícil será leer todos sus aportes, sobre todo si estos se dan en forma aleatoria o desordenada.  Si son muchos estudiantes, el seguimiento al aporte de cada uno puede ser muy difícil de conseguir. Para lograr ese seguimiento con provecho para todo el grupo se exige mucha habilidad para escribir y proponer opciones, de lo contrario los estudiantes perderán el interés y se aburrirán.



2.10                 Mantener una línea temática. Una regla que tras el análisis parece importante es que se solicitara a los estudiantes (sin que fuera obligatorio) que hicieran sus aportes a partir de sus pensamientos y experiencias, antes de buscar información en línea, De esta forma se buscaría mantener la línea de discusión del chat, leyendo los aportes de cada uno de los compañeros sin mayor distracción. Para esto la rúbrica del chat debe centrarse en la participación y no en la transcripción de teoría.



2.11                 Considerar la tipología de la comunicación que se dará. Hay que considerar que en organización de la información se pueden encontrar tres formas principales: estructurada, desestructurada y semi-estructurada. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas. En este chat nos encontramos con la forma desestructurada, la cual cuenta con la ventaja de facilitar la participación de los estudiantes, pero como desventaja la posibilidad de incurrir en el desorden de la información, lo que incluso hace más difícil la calificación de los estudiantes a partir de su participación en la actividad.



2.12                 Expectativas adecuadas. Deben manifestarse expectativas realistas para la actividad, en relación con la cantidad de preguntas a manejar. Por un lado, se indica que serán “un par de preguntas”, pero pone cinco. Por otro lado, debía aclararse lo que la facilitadora esperaba de los alumnos con tantas preguntas. El manejo inadecuado de expectativas generó un del desorden. Se propone que debería realizarse una sola pregunta a la vez y, luego de que el grupo ahondara al respecto, hacer un par de repreguntas. Sin embargo, hay que considerar que es difícil asegurarse de que en un chat todos los estudiantes respondan como se espera, si no hay claridad.



2.13                 Registro. Si se considera que el objetivo que se persigue se cumple con la herramienta, en este caso un chat (que es propicio para desarrollar lluvia de ideas, preguntas, respuestas e informar, entre otros), debe buscarse como mantener un adecuado registro de la participación de las personas, y de las que no lo hicieron, sin que resulte molesto.



2.14                 Rúbrica de calificación y participación. Deben indicarse las normas de uso del chat desde el inicio, así como la rúbrica para su calificación, esto si es necesario. Las normas deben promover la participación y el intercambio de ideas.



2.15                 Aspectos culturales. Deben tomarse en cuenta aspectos culturales al seleccionar tanto el horario como el canal.



3.     Conclusiones

El análisis de este caso ha permitido examinar con mayor profundidad los pros y contras del uso del chat como instrumento educativo.

El chat puede constituirse en un instrumento valioso si se utiliza de forma adecuada, o provocar desorden y confusión si se escoge como herramienta para fines en los que no es idóneo.

Algunos elementos a tomar en cuenta para su uso adecuado son los siguientes: pensar cuál es el propósito de la actividad, asegurar una adecuada comunicación sobre la actividad -claridad, fines, expectativas, rúbricas, forma del mensaje, número de participantes-, diseñar y planificar su uso -previsión, mantenimiento de la línea temática a tratar, registro de actividad- y, por último, pero no menos importante, considerar la diversidad cultural del grupo que lo utilizará.

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